miércoles, 28 de noviembre de 2007

Germania

















Me vi sobrevolando unas montañas con Padi y llegamos a la conclusión que eran los Alpes. Si, de donde era Heidi y el abuelito dime tú. Como puede haber vida ahí abajo? Con tanto frío y tanta nieve...
Por las dudas, me compré un gorro ruso y unos calcetines extracálidos, los cuales lucí inmediatamente cuando pasé por el piiiip del aeropuerto y me hicieron sacar las botas. ¿Puedo acaso yo tener una bomba en mis botas?
Están chalaos...












Llegamos a Munich, tierra de Bávaros y vestidos típicos que remarcan los exhuberantes pechos, shorts que dejan ver los gemelos masculinos y gorros verdes con una plumita. Munich, es, una ciudad del primer mundo, muy limpia, pintoresca, hasta parece de mentira. Sus habitantes muy amables aunque jamás logré entenderles una palabra.

















Pasamos unos días con David y Hugo.
Nos llevaron de paseo a un montón de lugares, fueron unos anfitriones de lujo. Nosotras le agradecimos cocinándoles una tortilla, typical spanish. Ellos sí están acostumbrados al frío y a que oscuresca a las 4 de la tarde. Yo, por otro lado, viví unos días con 3 o 4 horas a la luz del sol, debido a mi horario peninsular. Cabe destacar que en esas horas no vi a los muñequitos que bailan a las 12 del mediodía en Marienplatz, lo más turístico que se hace en Munich.

















Después de ir al primer campo de concentración fuimos al castillo de Neuschweinstein (creo que es así) el cual Disney se inspiró para hacer su castillo. Muy lindo, pero había que subir media hora por la montaña, cosa que me desmmotivó un poco la verdad. Luego fuimos a Innsbruck, en el Tirol, los de lerilorelerilorelei-o. No tenían suficiente con construir un pueblo pintoresco a los pies de una montaña nevada gigante, sinó que hicieron una casa con un techo de oro.

















Alemania, por lo tanto, es muy linda, como una maqueta a escala real. Sin embargo me ví muy contenta volando hacia Barcelona, tierra de sol, donde oscurece a la hora que corresponde, la gente come pa amb tomàquet y no hay necesidad de ponerse unas plantillas para el frío. Aunque sea más sucia y más húmeda y el avión aparque a 45 minutos de la terminal, Freddy Mercury y Montserrat Caballé no se equivocaban al gritar "BARCELONAAAAAAAAA"...y es que, no hay nada mejor como estar en casa.