miércoles, 26 de marzo de 2008

Poesía a internet

Oh, internet
que te conocí cuando hacías ruidito para conectarte
y que ocupabas sin escrúpulos la línea de teléfono.
Cuantas horas pasé en tus brazos,
me mimaste, me hiciste enfadar y me asustaste
cuando ese jacker se metía en mi ordenador
y nos abría el photoshop y el winamp.
Me hiciste conocer el mundo desde arriba,
me diagnosticaste cáncer y enfermedades venéreas,
me diste rutas para llegar a la España profunda.
Ay, tú que calmas mi curiosidad,
me mostraste:
fotos de ex novias de novios
fotos de novios
fotos de ex novios
fotos de novias de ex novios.
Hiciste que aprendiese de memoria
el número de mi tarjeta de débito.
Me mostraste el clima,
y me diste deliciosas recetas de cocina.
Por eso, internet
te dedico este poema que no rima
para que sigas junto a mí
aunque te robe.

domingo, 2 de marzo de 2008

Al videoclub

Me gusta pasear y ver los edificios viejos. Me pone contenta vivir en un lugar con tantas cosas preferidas. Me gusta la minipista de autos de choque de la tienda de juguetes. Me gusta la plaza de St. Felip Neri, es como otro mundo. Miro como si fuera una sin techo, con envidia, la casa de la Baixada de Santa Eulàlia que tiene una estatua de piedra de una mujer y un banco de madera viejo en un patio central lleno de plantas. La gente se pone a cantar en la calle al costado de la catedral porque tiene muy buena acústica. Si cantan tipo bel canto me gusta. Si tocan la canción de kill bill versión peruano no. Me hacen gracia las carnes de las guiris en febrero, un poco flácidas, sin sol, alegres por venir al mediterráneo y no tener más frío. Me gusta merendar en el Buenas Migas viendo los vitrales del ábside de la catedral, me gusta que no haya coches. Me gusta pasear con él.