miércoles, 20 de junio de 2007

Mi casa...teléfonoooooo

Cuando tenía 17 años mi mamá me dijo:-Luciana, nos vamos a vivir a España (refiréndose a Catalunya, Visca!). Qué hacés, venís?
Despues de un par de meses de ir a la psicóloga, llegué a la conclusión de que la decisión no era mía, sino que evidentemente, iba a tener que irme con mi mamá y con mi papá. No tenía mucho que hacer sola en Buenos Aires. Una vez descubierto el conflicto, le dije a mi mamá que si me iba mal acá iba a ser su culpa. Ella asumió su responsabilidad, y a la siguiente cita con la psicóloga dije que no iba más. Problema resuelto.
Tuve que armar 2 bolsos gigantes, TODAS mis cosas iban dentro, y dentro de un avión. Había que añadirle también 2 mochilas, la guitarra y mi gata, Flora Rococó. Volviendo la vista atrás, todo lo que traía en esas maletas a día de hoy me entra en una caja de 5 euros con 50 que compré ayer en los chinos. Mi gata murió, tiré esa guitarra al container de abajo de mi casa y tiré mucha ropa, puesto que todavía no tenía bien depurado mi estilismo.
6 años después de todo eso, tengo que hacer otra mudanza. Pero esta es porque yo quiero.
En esta última limpieza de mi habitación, procuré deshacerme de la mayor cantidad de cosas posibles. Lo que no sé que tengo es porque en verdad no lo necesito (incluso así aparecieron una colección de compresas, tampax y pilas que desconocía). Y se me hace raro pensar, como pensé cuando vine a Barcelona, que esto que veo siempre, acostumbrada a mi habitación, a mi cocina, a Josefina o mis hermanas, ya no va a ser lo habitual. Para contrarrestar ganaré otras cosas nuevas, que me hacen mucha ilusión.
Me voy de mi casa, a mi nueva casa.
Iupiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

lunes, 18 de junio de 2007

Frota un círculo y se hará vicioso.