Se creó el mundo.
Y se crearon las plantas.
Los mares, las montañas, los animalitos esos que corren por el campo.
Y se creó el hombre y la mujer.
Después de millones de años de evolución, los 2 últimos viajan por el mundo en compañías de bajo coste con cámaras digitales y filmadoras. También se compran guías de ciudades para hacer turismo, con -me parece- el propósito de enriquecerse de la cultura a la ciudad a la que visitan en un tiempo record.
A veces la gente es maleducada. A veces pagan 8 o 9 euros por una entrada a un lugar que no saben lo que es, pero como es la foto de la portada de su guía, intuyen que tienen que tener una foto ahí.
La gente ve colas y ahí va...no importa que haya una taquilla vacía al costado...la gente Ama las colas.
A algunos no les gusta tanto. Yo pensaba que lo de colarse había una edad en la que uno dejaba de hacerlo...antes de los 30 imaginaba. No. Los señores y señoras de de más de 30 años se cuelan en las colas...se unen a la fila caminando disimuladamente, u otros, con mas morro, pasan por abajo de la cuerda que separa la fila demostrando una flexibilidad corporal sorprendente.
Lo mas lindo de todo es cuando no saben a donde ir. Son como un rebaño de ovejitas sin pastor. Desorientados, se pasean, y mientras tanto hacen fotos.
Pero ¿por qué no gustan?
Mi humilde opinión es que los turistas son un espejo de nosotros mismos. Fuera del país de uno, me parece que la gente se siente con más libertad...y por ende con más morro. Entonces ellos son el ser humano en estado puro: egoístas, despreocupados, ignorantes, enfadados...
Pero lo más triste de esto es que todos somos así.
La raza humana deja mucho que desear.
